En este preciso lugar y como un anexo a la ferretería se fundó el 18 de abril de 1918 la primera y muy pequeña oficina de lo que años más tarde llegó a ser el prestigioso Banco Garrigó, institución bancaria que, creada en Santiago de las Vegas, alcanzó amplio prestigio en toda Cuba por su reconocida y arraigada solvencia moral así como su sólido buen crédito.
En la imagen, dentro del muy reducido espacio ocupado por el Banco aparecen de izquierda a derecha: de lado, el joven José Antonio Román Martínez (cajero); a continuación, sentado mirando a la cámara, el Sr. José Badía Ferrer, que desde la parte habitada por la ferretería visitaba el área del banco; le sigue en la parte posterior, de pie y en el uso del teléfono, el Sr. José (Pepe) Garrigó Artigas; a su lado se deja ver un joven cuyo nombre no recordamos; a continuación y trabajando en una máquina de mecanografiar aparece el empleado José Lugo, más conocido en nuestro pueblo por el sobrenombre de "Luguito".
Finalmente y al lado del escritorio ocupado por el Sr. Francisco (Paco) Garrigó Artigas, aparece sentado el Dr. Salvador Miranda de Haro, sobresaliente y distinguido letrado que actuó por algunos años como abogado-consultor del Banco.
En la imagen de abajo, en la parte ocupada por la ferretería, aparece a la izquierda un muy joven José Badia Ferrer. En el fondo, se aprecia la sección que ocupaba el Banco, donde se puede ver el mostrador y una muy antigua y tradicional taquilla, muy propia de esa época, donde de espaldas aparece un cliente en espera de completar una transacción bancaria.
Primera imagen de la colección del Dr. Alfredo Escarano; segunda imagen de la colección de Carlos Valiente Romero.
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