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la historia ilustrada de un pueblo cubano

sábado, 25 de agosto de 2012

Circa 1931: Delegados a la Asamblea del Partido Liberal

Desde los primeros años de la instauración de la República de Cuba el 20 de mayo de 1902, y hasta mediados de la década del 1930, la actividad política nacional siempre se desarrolló alrededor de la existencia de dos grandes y tradicionales partidos políticos: el Partido Conservador y el Partido Liberal. Como muestra de ese acostumbrado acontecer público nuestro pueblo nunca fue una excepción al activo acaecer de las campañas políticas que en este particular caso se llevaban a efectos en el año de 1931, ocasión en la cual los delegados que representarían a Santiago de las Vegas ante la Asamblea Nacional del Partido Liberal hicieron su presentación ante el lente del fotógrafo como constancia de ésa su histórica reunión de hace más de ocho décadas.

En la imagen al centro de la fotografía aparece sentado el entonces joven abogado santiaguero Dr. Radio Cremata Valdés, que años más tarde llegaría a ser un popular miembro de la Cámara de Representantes y posteriormente destacado Senador de la República. Se destacan a ambos lados del Dr. Cremata, en cuclillas a la izquierda, el Sr. Armando Tejuca Muñoz y sentado a la derecha del futuro legislador y senador, aparece la figura del Sr. Narciso Tejuca Muñoz, en ese entonces alcalde p.s.r. del Municipio de Santiago de las Vegas (1930-1933). De todos los demás que aparecen en este histórico retrato solo podemos reconocer en el extremo izquierdo, de pie, al Sr. Francisco (Paco) Garrigó Artigas, a la sazón editor del periódico local “La Opinión” y al mismo tiempo, desde 1930, propietario junto a Eusebio (Eusebito) del Amo Fernández de la emisora radial CMBG, primera estación de radio ubicada en Santiago de las Vegas, la cual tuvo sus estudios localizados en la calle 11 entre 8 y 10 de nuestro pueblo. Asimismo hacemos destacar la personalidad del Sr. Narciso Tejuca Muñoz, respetable ciudadano, miembro de una antigua y apreciada familia santiaguera, que siendo presidente de la Camara Municipal, al ocurrir el deceso del ilustre mambí Comandante Ignacio Castro Ruiz, alcalde de nuestra ciudad (1920-1930), ocupó con gran honradez y distinción la primera magistratura municipal por dos años y medio. De igual manera resaltamos el popular y conocido sitio de esta histórica reunión de los liberales santiagueros, la “Finca Los Leones”, también llamada “Finca La Leona”, que para todos aquéllos que somos nativos de nuestro Santiago popularmente la conocemos como la “Finca de Pancho Real”(ubicada en los límites al oeste de nuestro pueblo en la carretera al cementerio) y sobre todo sitio de la famosa “Laguna de Pancho Real”, que en sus buenos tiempos era conocida por la popular pesca de biajacas y... trágicamente también por la pérdida de la vida de algunos jóvenes santiagueros que se aventuraron en sus aguas.

Finalmente al rememorar la conocida finca de Pancho Real, como nota anecdótica recordamos la figura también de un popular y excéntrico personaje muy conocido en nuestro pueblo de mediados del siglo pasado... Pancho Berdeal, que con su familia residía en la casa principal de la finca. Un día Pancho consiguió que su progenitora, la cual poseía algunos bienes de fortuna, le comprara un automóvil del año. Después de usarlo por varias semanas, siempre en forma estruendosa y disparatada y principalmente a altas velocidades, tuvo un disgusto con la autora de sus días y a consecuencias de ello, dando vueltas por todo el pueblo comenzó a citar a todos aquéllos con los que se encontraba para que lo siguieran, anunciando que iba a destruir a mandarriazos aquel “carro nuevo y de paquete”, y... así lo hizo en presencia de su pobre madre, así como de una gran multitud que lo observaba mientras lo hacía de una manera altisonante y desequilibrada... como eran siempre sus audaces acciones.

Imagen de la colección del Sr. Roberto Estrada Tejuca. 
Redacción: Carlos Valiente Romero.

1 comentario :

  1. Yo era un niño pero recuerdo perfectamente cuando pancho acabo a picasos el carro que la madre le habia regalado y que lo hizo justo en la cuneta al lado de la entrada de la finca.
    Yo vivia en la calle 13 entre 12 y 14 y el pasaba con su carro que si mal no recuerdo era tal vez un Buick azul a una velocidad increible y a veces como era un hombre bien alto de estatura pues con la mano izquierda tomaba el timon y aceleraba con el pie izquierdo tambien y bien estirado se recostaba a la ventanilla del pasajero haciendo parecer como si nadie estuviera manejando el automovil.
    Tenia su reputacion de un tipo alocado en el pueblo pero a la vez era muy popular y todo el mundo lo conocia.

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