1928: En esta vieja imagen tomada en la ya lejana fecha de abril de 1928, aparece un distiguido grupo de directivos y empleados de la Estación Experimental Agronómica de Santiago de las Vegas, prestigioso centro de investigación agrícola de fama mundial, que por más de un siglo siempre ha estado ligado a la historia y buen nombre de nuestra comunidad.
Identificamos en la primera fila sentado, de izquierda a derecha, al General del Ejército Libertador Dr. Eugenio Molinet Amorós, Secretario de Agricultura del gobierno del entonces Presidente Gral. Gerardo Machado y Morales (1925-1933). Le sigue al centro de la imagen, con los brazos cruzados, el ingeniero agrícola Gonzalo Martínez-Fortún, quien por muchos años fuera prestigioso y bien recordado director de ese centro de investigación, al mismo tiempo que insigne profesor de la tricentenaria Universidad de La Habana.
Más adelante y siguiendo el mismo orden se deja ver sentado en el extremo derecho al entonces joven intelectual santiaguero, Dr. Gabriel Gravier Delgado (Musiú Gravier). Junto a él, de pie, aparece el Capitán del Ejército Libertador Avelino Rojas (padre), y detrás de éste el destacado ingeniero Filiberto Lazo, de grata recordación y prestigio.
Pasando al extremo izquierdo de la segunda fila nos parece reconocer entre otros a un joven con gran parecido al más tarde abogado Dr. Melvin Noroña Rivero, destacada figura por muchos años del Centro de Instrucción y Recreo, donde llegó a ser presidente y secretario-letrado de esa institución. Continuando nuestra panorámica hacia el centro reconocemos la figura del inolvidable periodista e intelectual santiaguero Francisco Simón Valdés (Panchito).
En el mismo orden y detrás de la joven a la izquierda del Director Ing. Martínez-Fortún, reconocemos la noble figura del entonces joven estudiante de ingeniería Luis González Alfonso, profesional de grandes conocimientos que años más tarde estaría al frente del importante departamento de maquinaria agrícola, desde donde pasaría a ejercer otra importante labor como profesor de la Facultad de Agronomía de la Universidad de La Habana.
Por último reconocemos a la izquierda del Ing. Luis González la figura del joven santiaguero Domingo (Mingo) Arango, que habiendo laborado por muchos años en la Estación Experimental, también llegó a ser muy conocido en nuestro pueblo como un experto reparador de relojes y platería, primero en su domicilio de la calle 2 entre 11 y 13, y años después cuando se trasladó para la calle 10 entre 11 y 13; recordamos además que una de sus hijas era de nombre Mirta.
Nota: Ausentes en esta histórica fotografía, o no reconocibles, las personas de los sabios botánicos cubanos Dr. Juan Tomás Roig Mesa, Ing. Julián Acuña Galé, y el humilde pero muy renombrado campesino de apellido Quesada popularmente conocido como “El Cubano”, todos ellos importantes e insustituíbles figuras en la gran historia de la Estación Experimental Agronómica de Santiago de las Vegas, Cuba.
Hacemos una invitación a todos nuestros lectores para que nos ayuden a reconocer a cualquier otro u otros de aquéllos que están en este tan antiguo e histórico retrato.
Carlos Valiente Romero
recordando el pasado para construir el futuro : santiagodelasvegas.org
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la historia ilustrada de un pueblo cubano
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Las fotos de ustedes son increibles. Contienen tanta historia preservadas en ellas. Estas personas fueron tan importantes en aquella epoca.
ResponderEliminarFelicidades!!!
La otra hija de Mingo se llamaba Berta(E.P.D.)
ResponderEliminarMario A. García Romero
Con agrado y mucha nostalgia leí la página “1928: Directivos y empleados de la Estación Experimental Agronómica” Allí, en la foto publicada, de pie y con saco negro, está el joven ingeniero agrónomo Luís María González Alfonso, mi padre.
ResponderEliminarCasado con mi madre, ambos santiagueros, comienza a trabajar como Maestro Agrícola en la escuela del Central Chaparra. Recibe invitación del ingeniero Fortún para dirigir los Talleres de Maquinaria y así llegamos a la Estación Experimental Agronómica (EEA)
En poco tiempo, y viviendo dentro de sus terrenos en una de las casas para trabajadores, (al lado de los Fortum) formamos parte de la gran familia que eran los empleados de la Estación sin distingo de cargo o profesión.
Allí nacieron mis hermanos. Una de ellos, Mirtha, graduada de ingeniería Fitopatología, alcanzaría la condición de Dr. en Ciencias. También mi sobrina Meylín, formada en la EEA, llega a Ingeniera Agrónoma. Yo trabajé en las oficinas de la Jefatura de Despacho con la que fuera puntal de la Estación, Cándida (Beba) Quesada.
Muchos son mis recuerdos de esa época pero no quiero atormentarlos. Pero antes de despedirme, agradecerles también el trabajo “Homenaje a un maestro” que sobre mi padre publicaron en esa página. Fue y es motivo de orgullo para la familia.
Santiago de las Vegas es la Patria chica. Es una parte inolvidable de nuestras vidas. Gracias por lo que hacen para mantener vivo su recuerdo.
Afectuosamente,
Maida González