La encajera de Vermeer curando la herida

"La encajera de Vermeer curando la herida" (óleo / tela, 60 cm x 90 cm, 2013), reciente obra de nuestro gran pintor surrealista Juan Francisco Cancio Lazo, nos deslumbra una vez más con la técnica, imaginación y simbología del autor, quien en esta ocasión transporta a la famosa Encajera de Vermeer al Santiago de las Vegas de sus sueños.

Aparte de la evidente y gran belleza de la imagen, ésta nos invita a contemplar sus misterios e intentar descifrarlos. ¿Por qué, por ejemplo, escoge el pintor a esta encajera holandesa para reparar nuestra iglesia? ¿Será casualidad que la pintura de Vermeer data de la misma época, finales del siglo XVII, en que se construyó nuestra iglesia? ¿Y que en esos tiempos los Países Bajos eran posesión de la Corona de España? ¿Qué significará el hecho de que el remiendo, en forma de cruz por cierto, sea en el preciso lugar donde el Padre Jovaní a mediados del siglo XX hizo construir una cúpula que en su momento algunos acusaron de deformar el perfil de la iglesia, y que más tarde sería eliminada como parte de una restauración? 

La iglesia, parcialmente sumergida en una tina de porcelana que parece aludir al otro gran clásico del pintor, "La muerte de Marat". El galeón español que se aproxima a ella. La luna quebrada, casi omnipresente en la obra de Cancio, que esta vez aparece completa, casi como si el mismo remiendo de la encajera la ayudara a sanar. En fin, son tantas las interrogantes que despierta esta magistral obra, que sólo podemos maravillarnos y adivinar, cada cual según su óptica personal, el significado de la misma.

Nuestro profundo y constante agradecimiento al pintor Cancio por usar sus dones para bien de nuestro querido Santiago.